Programa Open Rivers

El Programa Open Rivers ofrece subvenciones para apoyar proyectos que conduzcan a la eliminación de pequeñas presas y la restauración de los ríos y su biodiversidad.

En Europa hay alrededor de un millón de presas que fragmentan los ríos y existe un gran potencial y necesidad de eliminar presas obsoletas. Las presas están contribuyendo a una disminución significativa de la biodiversidad y su eliminación puede restaurar eficazmente la continuidad longitudinal, recuperando el flujo natural del río y su biodiversidad. Además, en nuestra sociedad hay una importante falta de comprensión acerca de los beneficios de la eliminación de presas y tan solo algunas administraciones públicas y un puñado de organizaciones la promueven y la financian a nivel europeo.

La Fundación Arcadia reconoció la escala del problema, la existencia de una significativa brecha de financiación y también la oportunidad, por lo que llevó a cabo la creación del Programa Open Rivers en la primavera de 2021. Así, el 25 de junio de ese año se formó en los Países Bajos la nueva entidad «Stichting European Open Rivers Programme» para gestionar e implementar el programa Open Rivers, que a través del cual ofrece subvenciones para eliminar pequeñas presas y restaurar ríos europeos en peligro.

El Programa Open Rivers comenzó a operar oficialmente en octubre de 2021, con fondos de Arcadia, un fondo de caridad de Lisbet Rausing y Peter Baldwin que apoya el trabajo para preservar el patrimonio cultural, proteger los ecosistemas en peligro y promover el acceso al conocimiento. Su objetivo es defender la complejidad de la cultura humana y el mundo natural, para que las próximas generaciones puedan construir un futuro vibrante, resiliente y verde.

CIREF y Open Rivers

CIREF reconoció en este programa una estupenda oportunidad para continuar con el trabajo que lleva a cabo para la recuperación del buen estado de los ecosistemas fluviales de la península ibérica. Además, Open Rivers facilita a organizaciones como CIREF la posibilidad llevar a cabo su labor de fomento de la gobernanza fluvial mediante la implicación de organizaciones no gubernamentales en su restauración, así como una excelente ocasión para para continuar difundiendo los conceptos de restauración fluvial que la asociación defiende y difunde.

Así, en 2022 CIREF presentó dos proyectos para la eliminación de dos presas situadas en la cabecera del río Ega (Navarra), que han sido financiados por Open Rivers para su ejecución durante el año 2023.

El primero de los proyectos es el de la Presa del Molino de Zúñiga (o Molino de Arquijas). Este proyecto está enmarcado en la categoría A2 del programa Open Rivers, que financia el desarrollo trabajos preparatorios necesarios para la eliminación de presas. La cantidad concedida es de 22.220€ que cubrirán los costes de la elaboración del documento técnico (proyecto ejecutivo) para la eliminación de la presa, del proceso de participación ciudadana y de la tramitación de los permisos necesarios para poder iniciar las obras. Una vez toda esta documentación esté lista, CIREF presentará una nueva propuesta a la convocatoria Open Rivers en la categoría A3 (eliminación de presas con proyectos ya redactados) para acometer su eliminación.

El segundo de los proyectos es el de la presa del Molino de Gastiáin, situada 4,9Km aguas abajo de la anterior. Este proyecto pertenece a la categoría A3, que financia la ejecución de las obras de eliminación de presas cuyo proyecto ya ha sido redactado y financiado previamente. En este caso, el Gobierno de Navarra ya había redactado el proyecto de eliminación de la presa y llegó a un acuerdo con CIREF para que la asociación se hiciera cargo de la ejecución de las obras. La cantidad que Open Rivers ha concedido a CIREF para este proyecto es de 168.486€, que permitirán que la asociación pueda llevar a cabo la ejecución de las obras y su dirección, el proceso de participación ciudadana, una campaña de comunicación sobre la eliminación de obstáculos y la monitorización durante el primer año (pre y post ejecución) de los efectos que la demolición de la presa tiene sobre aspectos tales como el transporte de sedimentos, el hábitat piscícola y las comunidades de peces e invertebrados.

Área del proyecto y sus valores ecológicos

Las dos presas se sitúan en la parte alta de la cuenca del río Ega, afluente del Ebro por su margen izquierda a su paso por la Comunidad Foral de Navarra.

Arquijas

La presa del Molino de Arquijas (también conocida como Molino de Zúñiga) está situada en un entorno natural de gran relevancia ecológica, declarado Reserva Natural y Zona de Especial Conservación (ZEC) Natura 2000 por el Gobierno de Navarra, en la cuenca del río Ega. Esta presa de 3,5m de altura es la presa más cercana a la cabecera del río Ega. 4,9 Km aguas abajo de esta presa, y localizada en el mismo lugar Natura 2000, se encuentra la presa del Molino de Gastiáin, también de 3,5m de altura.

Molino de Gastiáin

El enfoque holístico propuesto por CIREF, que incluye la eliminación de las dos presas, liberará de obstáculos toda la parte alta del río Ega y ayudará a cumplir los objetivos de conservación propuestos para este espacio Natura 2000. Dado que la presa del Molino de Arquijas es la presa localizada más aguas arriba en el río Ega, su eliminación liberará los 34,8 Km restantes situados aguas arriba hasta su cabecera. A 4,9 Km aguas abajo de esta presa se encuentra la presa del Molino de Gastiain, y a 5 Km aguas abajo de esta última se encuentra la presa de Berrueza, actualmente en uso para riego. Por lo tanto, cuando se eliminen las presas del Molino de Arquijas y del Molino de Gastiáin, la distancia total del río libre de obstáculos aguas arriba de la presa de Berrueza será de 44,7 Km.

La recuperación de la continuidad fluvial es fundamental para la conservación de las especies de peces autóctonos residentes en la cabecera del río Ega. Sin embargo, las dos presas suponen un gran obstáculo para la migración de los peces, entre los que se encuentran dos especies potádromas consideradas como Elementos Clave para la gestión en la ZEC «Ríos Ega-Urederra» (ES2200024), por tratarse de especies incluidas en el Anexo II de la Directiva Hábitats: Madrilla (Parachondrostoma miegii) y Bermejuela (Achondrostoma arcasii).

La madrilla es un endemismo ibérico que se distribuye principalmente en la cuenca del Ebro. Prefiere hábitats con corrientes moderadas y sustratos de piedra y grava, pero necesita migrar río arriba hacia las partes altas de la cuenca para desovar, lo que tiene lugar en aguas poco profundas con fondos de piedra o grava en los meses de marzo a mayo. Se alimenta de diatomeas bentónicas. Sus poblaciones se han visto reducidas o han desaparecido de muchos lugares debido a la presencia de obstáculos y especies introducidas.

La bermejuela, por su parte, también es un endemismo de la Península Ibérica que se distribuye en la mayoría de los ríos del Norte y Centro de la península, aunque con una distribución actual muy reducida, especialmente en Navarra, donde sólo se encuentra en unos pocos ríos, entre ellos el Ega. Prefiere ríos de montaña con poco caudal y aguas dulces y también necesita migrar río arriba para desovar, entre abril y junio. Los juveniles se encuentran en áreas poco profundas con corrientes suaves y se trasladan hacia aguas más profundas y rápidas a fines de julio. Aunque su alimentación es oportunista, se alimenta principalmente de invertebrados acuáticos.

Según el último informe del artículo 17 de la Directiva de Hábitats, el estado de conservación de estas dos especies es «desfavorable-inadecuado» y se está deteriorando en la región mediterránea. Las principales presiones descritas para ambas especies son los cambios inducidos por el hombre en las condiciones hidráulicas (canalización y presas) y la presencia de especies exóticas.

Efectivamente, además de las presas, el río Ega también alberga algunas especies de peces exóticos que suponen una amenaza para las especies autóctonas, ya que aprovechan los tramos de río desnaturalizados, como las zonas embalsadas aguas arriba de las presas donde proliferan. Se han identificado 4 especies exóticas de peces que compiten con los peces nativos en el río Ega: alburno (Alburnus alburnus), carpa (Cyprinus carpio), carpín dorado (Carassius auratus) y trucha arco iris (Oncorynchus mykiss) que utilizan estos hábitats embalsados.

Objetivos del proyecto

El objetivo fundamental del proyecto es restaurar la continuidad longitudinal en 45 Km de la cabecera del río Ega, un valioso río incluido en la Red Natura 2000.

El estado ecológico de las especies de peces que habitan en el curso alto del río Ega mejorará con la eliminación de las dos presas, ya que se favorecerán las migraciones de peces hacia los tramos superiores, lo que es de gran importancia para asegurar la supervivencia de los huevos y juveniles de estas especies. El desove en tramos más bajos aumenta la probabilidad de mortalidad causada por avenidas, temperaturas más altas del agua y depredación (especialmente por peces exóticos), por lo que la estrategia de las especies de peces autóctonos es migrar río arriba hacia áreas donde sus alevines tienen más posibilidades de sobrevivir. El intercambio genético entre individuos a lo largo del río, la colonización de nuevos territorios y la mayor disponibilidad de alimentos son otras razones por las que la migración es importante para estas especies y la mejora de su estado de conservación. Por lo tanto, la principal razón para eliminar las presas es recuperar el acceso de los peces a las zonas de desove de alta calidad situadas aguas arriba, aumentando así su éxito reproductivo y, por tanto, el estado de conservación de estas especies objetivo.

La recuperación de los hábitats naturales del río también es una razón importante para eliminar las dos presas. El hábitat de los peces aguas arriba de cada una de estas dos presas no es apropiado para las especies de peces nativos (adaptados a aguas rápidas, poco profundas y frías), ya que retienen aguas a lo largo de 1 Km aguas arriba de cada presa. En cambio, las aguas profundas, de movimiento lento y poco oxigenadas embalsadas por acción de las presas ofrecen condiciones favorables para las especies de peces exóticos que proliferan y compiten con los peces nativos, algunos de los cuales incluso los depredan (trucha arco iris). La eliminación de las presas también recuperará la sucesión natural de pozas y rápidos, creando un hábitat desfavorable para las especies exóticas y favoreciendo el aumento de las poblaciones de peces autóctonos.

Por otro lado, la eliminación de las presas favorecerá no solo el libre flujo del agua, sino también el de los sedimentos que en la actualidad se depositan en el tramo embalsado, lo que reactivará la dinámica fluvial natural, aspecto fundamental en la restauración de cualquier sistema fluvial.

CIREF ha diseñado un plan de monitorización que permitirá establecer las situaciones pre y post derribo de las presas para los indicadores mencionados en los párrafos anteriores, sirviendo de base para posibles futuras monitorizaciones a más largo plazo. Este plan pretende, además, ser capaz de evaluar de forma mensurable la mejora del ecosistema fluvial como respuesta a la eliminación de las presas, posibilitando así la comprensión de este tipo de actuaciones por parte de la ciudadanía.

ArquijasEn cuanto a los beneficios sociales, la zona es frecuentada por senderistas y pescadores que verán cómo el entorno natural se verá beneficiado con la eliminación de la presa, ya que se diversificarán los hábitats fluviales. Además, el impacto positivo que tendrá el derribo de las presas sobre las especies de peces autóctonas beneficiará a los pescadores de trucha común. Al liberar el agua retenida aguas arriba de la presa, también mejorará la calidad del agua, especialmente en lo que se refiere a la capacidad de oxigenación y autodepuración, por lo que las tomas de agua ubicadas aguas abajo también se verán beneficiadas. En cuanto a la prevención de inundaciones, la demolición de las presas evitaría los posibles daños que podrían producirse si las presas (en mal estado) se rompieran debido a alguna avenida.

También está previsto llevar a cabo una campaña de información dirigida a las partes interesadas que pueda incidir en estos aspectos sociales de forma que la ciudadanía pueda apreciar el valor de eliminar los obstáculos y restaurar los ecosistemas fluviales. La implicación en los proyectos de todos los agentes interesados permitirá dar a conocer la relevancia de los proyectos de eliminación de presas, los valores ecológicos del río Ega y la necesidad de conservar y restaurar los ecosistemas fluviales.

Finalmente, es necesario indicar que este proyecto tiene muchas posibilidades de ser replicado en otros lugares, ya que en la Península Ibérica hay cientos de casos similares. CIREF hará un gran esfuerzo en dar a conocer el proyecto y sus resultados para que pueda ser replicado en otros lugares, como una forma de mejorar la gobernanza fluvial en la Península Ibérica mediante el trabajo conjunto de ONGs con las autoridades competentes (medioambientales, confederaciones hidrográficas y autoridades locales) y sociedad civil.

Contexto y oportunidad

Los molinos construidos en el río Ega se utilizaron durante siglos para moler el cereal que se produce en la zona. Sin embargo, con la modernización del sector agrícola, los molinos quedaron obsoletos y poco a poco fueron abandonados. Ahora tan solo quedan en pie los restos de los antiguos edificios y las presas que eran utilizadas para derivar el agua. Tanto en Arquijas como en Gastiáin, las presas se encuentran en mal estado por la falta de mantenimiento tras el abandono de la actividad, lo que supone un peligro para los cultivos, bienes y personas situadas aguas abajo, ya que su rotura podría causar daños de consideración.

Ninguna de las dos presas se encuentra en uso en la actualidad y tampoco existen otros problemas legales que puedan impedir que las presas puedan ser eliminadas. De hecho, las autoridades competentes han acordado su demolición en aplicación de la Ley de Aguas y para evitar posibles daños provocados en caso de avenidas. El Gobierno de Navarra desea eliminar los obstáculos fuera de uso que interrumpen la continuidad fluvial como vía de mejora ecológica de los sistemas fluviales en la Comunidad Foral, continuando con las experiencias exitosas que el Gobierno Foral ya ha constatado en otras cuencas, en las que la eliminación de obstáculos está facilitando la recuperación de especies emblemáticas, como es el caso del salmón en la cuenca del río Bidasoa. En el caso de la presa de Arquijas, además, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha requerido a los propietarios particulares que la presa sea eliminada. La propiedad ha llegado a un acuerdo con CIREF para que sea la asociación quien se haga cargo de la redacción del proyecto y posteriormente de la eliminación del obstáculo. En el caso de la presa de Gastiáin, no se conoce la propiedad de la presa, por lo que CIREF ha acordado con la CHE, el Gobierno de Navarra y la autoridad local, que la asociación se haga cargo de la eliminación de la presa.

La eliminación de ambas presas facilitará además la consecución de los objetivos de varios planes y reglamentos adoptados para la cuenca del Ega. Por un lado, el Plan de Gestión de la ZEC Natura 2000 «Ríos Ega-Urederra» (ES2200024), que propone “mejorar las condiciones del hábitat de la comunidad de peces autóctonos”; por otro, el Plan de Cuenca del Ebro, que contempla la eliminación de las presas en desuso para cumplir los objetivos de la DMA; por otro la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, que también prevé la eliminación de las presas en desuso y, por último, la Estrategia Europea de Biodiversidad 2030, que pretende alcanzar la cifra de 25.000 Km de ríos libres de obstáculos para esa fecha.

Por tanto, resulta evidente la necesidad de eliminar las infraestructuras que interrumpen la continuidad fluvial y recuperar la dinámica natural del río.

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