El pasado 26 de marzo, con motivo del Día Mundial del Agua, demostramos el potencial del río Manzanares de Madrid como corredor ecológico para la ciudad y sus habitantes caminando 30 de sus 92 kilómetros. Para lograr este cometido nos unimos tres organizaciones: el Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF), Caminar El agua, Observatorio del Agua de la Fundación Botín y Wetlands International.
El evento se planteaba como una ruta libre y abierta a toda la ciudadanía a lo largo del río Manzanares, de un total de 30 kilómetros divididos en cuatro tramos de entre 5 y 9 km. De modo que, desde las 10 y hasta las 18 horas del domingo 26 de marzo los habitantes de Madrid podían acercarse a caminar por su cuenta, utilizando para ello un mapa (análogo o digital) del recorrido, o junto con el grupo presentándose a la hora indicada en el programa del evento en el inicio de cada uno de los tramos.
El comienzo de la travesía: desde la Pasarela de Mingorrubio a Somontes
El domingo a las 10 de la mañana fuimos llegando poco a poco entusiastas caminantes al punto de inicio del recorrido: la Pasarela de Mingorrubio, en El Pardo. Un puente inaugurado en el 2021 como parte del proyecto de Restauración Fluvial del Río Manzanares realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico junto a la Confederación Hidrográfica del Tajo, y que consistió en la restauración del cauce en ese tramo junto a la apertura de una senda fluvial contemplativa para andar a la vera del río y que, más abajo, en Somontes, conecta con el Anillo Verde Ciclista y el centro de Madrid.
Entrar a la ciudad caminando: desde Somontes al Puente del Rey
Remontamos el segundo tramo cerca de la 11:45 de la mañana. El inicio de este trayecto estaba programado desde el Parking de Somontes, en donde ya a esas horas se encontraban unos cuantos caminantes, frescos y dispuestos para unirse al grupo y seguir la caminata.
Este segundo tramo se caracteriza por ser la conexión entre el campo, El Pardo, y la ciudad, Madrid Río. Para llegar a la ciudad los caminantes tienen que transitar por debajo de las autopistas M40 y M30 y atravesar esos espacios que forman parte del inconsciente de Madrid, aquellos lugares indeterminados, extraños y curiosos en donde el Manzanares se encuentra con la urbe y la atraviesa.
Gran parte de este tramo discurre por el Anillo Verde Ciclista hasta enlazar con la ciudad en el Puente de los Franceses.
Recorrer el privilegiado entorno del Madrid Río: desde el Puente del Rey hasta Matadero
El tercer tramo del recorrido, que va desde el Puente del Rey hasta Matadero, es quizá el más conocido por los madrileños. Se trata del proyecto Madrid Río, un ícono de la arquitectura del paisaje europeo de este siglo. Un proyecto que soterró la autopista de circunvalación M30 para devolver las orillas del río a los peatones a través de una serie de senderos, áreas arboladas, juegos de madera para niños, mobiliario y pavimento de granito que nos recuerdan a la sierra madrileña. Todo esto combinado con la reciente renaturalización del río que lo tiene exuberante de vegetación, con árboles de hasta 14 metros al interior del cauce y un sinnúmero de diferentes especies de aves que sobrevuelan el lugar y peces que disfrutan de su cauce libre de barreras. Todo un espectáculo.
Última etapa, desde Matadero hasta Butarque: salir caminando de la ciudad
A lo largo del recorrido se han ido uniendo personas y hemos sabido de otras que lo han hecho por su cuenta. En total, entre los que han llegado y los que se han ido, hemos quedado 30 caminantes con quienes compartiremos ruta y río hasta el final, en Butarque. Nos volvemos a juntar todos sobre las cuatro de la tarde en el Puente Cáscara del Matadero en donde haremos la penúltima foto de grupo.
El último tramo de la ruta transita en su primera parte por una pasarela nueva que va sobre elevada a un costado del río y al lado de la autopista M30, que en ese tramo vuelve a aparecer en la ciudad. Una vez traspasado el nudo sur, reconectamos con un entorno más rural que nos recuerda el paisaje de la primera parte del recorrido en El Pardo. Se trata del Parque Lineal del Manzanares en donde el río no está canalizado y se camina por senderos de tierra. De hecho, el río está tan cerca de nosotros que podemos acercamos hasta sus orillas a descansar e incluso a mojar nuestros hinchados pies tras la larga caminata.
El final es épico. Tras casi 30 km y con una energía de grupo que se ha mantenido alta durante todo el día, llegamos al final, a la Pasarela del Trasvase Paseo Fluvial del Manzanares. Aunque realmente no es aquí donde el Manzanares termina, si no que, aquí es donde se acaba la posibilidad de seguir caminándolo puesto que no hay senderos habilitados. Desde este punto hasta la desembocadura del río Manzanares en el Jarama, en Rivas-Vaciamadrid, todavía quedan casi 20 kilómetros que quedamos con ganas de recorrer, ¿una posibilidad para el próximo Día Mundial del Agua?
Conoce a las organizaciones:
Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF), es un grupo de profesionales vinculados a la restauración de los espacios fluviales en la Península Ibérica
Caminar El Agua, es una iniciativa de divulgación científica y cultural sobre el patrimonio del agua a través de rutas interpretadas, programas educativos y contenido audiovisual
Wetlands International European Association, es una organización global, sin fines de lucro, dedicada a la conservación y restauración de humedales
Observatorio del Agua de la Fundación Botín, es un think-tank interdisciplinar cuya misión es contribuir a los debates actuales y emergentes sobre la gestión de los recursos hídricos